A diario se escucha a las personas utilizar el término estrés para describir alguna alteración en el comportamiento habitual del hombre. Pero, ¿qué es el estrés? Es una respuesta natural del organismo cuando no se descansa lo suficiente o hay cambios en el estilo o ritmo de vida, así como cuando se presentan problemas en el ámbito laboral. El estrés es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia a pesar de lo cual, hoy en día, se confunde con una patología. Esta confusión se debe a que este mecanismo de defensa puede acabar, bajo determinadas circunstancias que abundan en ciertos modos de vida, desencadenando problemas de salud graves.
¿Por qué las Relaciones Públicas ayudan a combatir este mal? Muchas veces se confunde el ámbito laboral de esta disciplina al creer que sólo actúa sobre los públicos externos de la empresa, bien esto no es así. Las Relaciones Públicas pueden ser la clave para lograr una comunicación eficaz con los empleados de la organización y sus proveedores. A través de mediciones de clima interno, se puede conocer el grado de satisfacción de los trabajadores y a la vez con programas de incentivo recompensarlos por su trabajo diario.
No hace falta ser una gran compañía para implementar estas tareas, basta con tener iniciativa para llevar a cabo planes de acción que logren aliviar la presión que se ejerce sobre los mandos medios y bajos en la organización. De esta manera no sólo se obtiene empleados faltos de estrés, relajados y contentos sino que luego esta actitud positiva será volcada en la atención de los clientes; llevando al éxito a toda la empresa.
¿Por qué las Relaciones Públicas ayudan a combatir este mal? Muchas veces se confunde el ámbito laboral de esta disciplina al creer que sólo actúa sobre los públicos externos de la empresa, bien esto no es así. Las Relaciones Públicas pueden ser la clave para lograr una comunicación eficaz con los empleados de la organización y sus proveedores. A través de mediciones de clima interno, se puede conocer el grado de satisfacción de los trabajadores y a la vez con programas de incentivo recompensarlos por su trabajo diario.
No hace falta ser una gran compañía para implementar estas tareas, basta con tener iniciativa para llevar a cabo planes de acción que logren aliviar la presión que se ejerce sobre los mandos medios y bajos en la organización. De esta manera no sólo se obtiene empleados faltos de estrés, relajados y contentos sino que luego esta actitud positiva será volcada en la atención de los clientes; llevando al éxito a toda la empresa.
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